El incremento de precios de las garrafas de gas en Argentina se ha vuelto una preocupación importante en el contexto actual, donde la inflación y la reducción de subsidios están afectando directamente a los consumidores. A inicios de 2024, los usuarios de garrafas de gas experimentaron un notable aumento del 120% en las tarifas, según lo anunciado por la Secretaría de Energía. Este ajuste ha generado un impacto significativo, especialmente en los sectores más vulnerables de la sociedad.
El contexto detrás del aumento
Mario Brandizzi, titular de Artigas, distribuidor oficial de YPF Gas, explicó que este incremento era inevitable debido a que no se habían realizado actualizaciones en el precio desde octubre del año pasado. Según Brandizzi, si se analiza la inflación acumulada desde ese período hasta enero de 2024, el aumento actual se alinea con las distorsiones inflacionarias que afectaban al producto, el cual ha sido subsidiado desde 2008.
Además, subrayó que la eliminación gradual de subsidios se ha acelerado, siendo ahora casi definitiva. Este proceso ha llevado a que los precios locales comiencen a alinearse con los internacionales, una tendencia similar a la observada en otros combustibles como la nafta y el gas oil.
Impacto en los sectores más vulnerables
A pesar de los esfuerzos por mantener la garrafa social con un descuento, el aumento de los precios afecta principalmente a los hogares más vulnerables. Actualmente, los beneficiarios sociales pueden acceder a un descuento de mil pesos, pero aún con esa ayuda, el impacto del incremento es significativo.
El precio de las garrafas de 10 kg, que se utiliza comúnmente para la calefacción y cocinas en muchos hogares, debería ubicarse entre los 12.000 y 14.000 pesos, según estimaciones de Brandizzi, basadas en los precios internacionales, que rondan entre 10 y 12 dólares por envase.
Costos actuales
En enero de 2024, el costo de un envase de gas de 10 kg en Argentina se disparó, y actualmente está cerca de los $60.000. Por su parte, el cilindro de 45 kg, utilizado en instalaciones más grandes, tiene un valor aproximado de $150.000.
Este aumento considerable plantea un desafío económico para muchas familias, especialmente aquellas que dependen del gas para sus necesidades diarias. La eliminación de los subsidios, que se había aplicado durante varios años, implica que los hogares de bajos recursos enfrentarán dificultades adicionales para acceder a este servicio esencial.
La situación actual pone de relieve la necesidad de encontrar soluciones para mitigar el impacto del aumento en los precios de los productos básicos, especialmente en un contexto donde la inflación sigue siendo alta y las ayudas sociales no logran compensar completamente el costo real de la vida.
Con el ajuste de precios de las garrafas, las familias argentinas deberán adaptarse a un escenario más complicado, donde el acceso a servicios básicos como el gas podría volverse un lujo para algunos sectores de la sociedad.